Aparecimos por las artes mágicas
Que cómplices nos dieron oxígeno
Trocando lo típico por fantástico.
Intimamos con las músicas políticas
Y las películas acústicas
Conocimos el intríngulis de los té aromáticos
Distinguiendo un olor romántico de un bálsamo caótico
Aprendimos lo poético en páginas recónditas
Y Disfrutando de su célebre préstamo de sátira
en tardes cómicas aprendimos con Pane
Chistes eróticos sobre párrocos agnósticos
Un estático Copérnico nos observaba intrépido
Cada vez que el estímulo de lo gastronómico
Alejaba nuestros pensamientos más polémicos
Quedando afónicas de pícaros propósitos
Entramos en cólera cuando déspotas y retrógrados
Hacían sus ásperas críticas
Siempre optando por verlos ridículos
Ahora se apaga la máquina que llegó a su límite
Pero sin lágrima incómoda
Porque dentro queda el mérito de una idea insólita
Que con anécdotas mayúsculas
Cautivó a un frenético público
Que no cunda la lástima
Intrépidos discípulos
No es este nuestro último espectáculo
Pues somos portadoras del espíritu esdrújulo.
Elsa y Helena
17 de abril de 2008 6:03
17 de abril de 2008 6:03