jueves, 17 de abril de 2008

Espíritu Esdrújulo

Aparecimos por las artes mágicas
Que cómplices nos dieron oxígeno
Trocando lo típico por fantástico.

Intimamos con las músicas políticas
Y las películas acústicas
Conocimos el intríngulis de los té aromáticos
Distinguiendo un olor romántico de un bálsamo caótico

Aprendimos lo poético en páginas recónditas
Y Disfrutando de su célebre préstamo de sátira
en tardes cómicas aprendimos con Pane
Chistes eróticos sobre párrocos agnósticos

Un estático Copérnico nos observaba intrépido
Cada vez que el estímulo de lo gastronómico
Alejaba nuestros pensamientos más polémicos
Quedando afónicas de pícaros propósitos

Entramos en cólera cuando déspotas y retrógrados
Hacían sus ásperas críticas
Siempre optando por verlos ridículos

Ahora se apaga la máquina que llegó a su límite
Pero sin lágrima incómoda
Porque dentro queda el mérito de una idea insólita
Que con anécdotas mayúsculas
Cautivó a un frenético público

Que no cunda la lástima
Intrépidos discípulos
No es este nuestro último espectáculo
Pues somos portadoras del espíritu esdrújulo.

Elsa y Helena
17 de abril de 2008 6:03

Calçadas musicais

En Montevideo supimos de Emilio Frugoni (es.wikipedia.org/wiki/Emilio_Frugoni) político uruguayo autor de esta frase convertida en estribillo de una canción por Quintín Cabrera, cantautor Montevideano (www.quintincabrera.net/). Quintín nos deleitó con varios conciertos en la Cafebrería.
Las aceras de Vila Isabel en Río de Janeiro son partituras musicales de autores nacidos en el barrio: Noel Rosa, Orestes Barbosa, João de Barro (Braguinha). El Mosaico portugués se torna Samba en las calles de este barrio musical de Río.

Marca d'Or

En 2003 visitamos Buenos Aires y Montevideo.
En el barrio de San Telmo conocimos a Adrián Clara (fileteador de San Telmo, www.filetebuenosaires.com.ar/r_clara.htm ), maestro en el arte del fileteado porteño (visiten esta página del artista Alfredo Genovese http://www.fileteado.com.ar/). De ese viaje, de esos rincones, se puede decir que no hemos regresado, aunque también podemos decir que nos trajimos un pedazo.