Al principio fueron muchas las personas que nos acusaron de ladrones de ideas. Ciertamente, la idea de la Cafebrería estaba ya en el imaginario colectivo o, sin ir tan lejos, en series de televisión como Ally McBeal. Así durante algunos años muchas personas que entraban por primera vez nos confesaban que en sus sueños figuraba un lugar como Esdrújulo. También nosotros habíamos soñado con un lugar así, aunque también lo habiamos visitado en el Cafe Mediterraneo de Santiago de Chile, en el café Paradiso de Tegucigalpa, en la Cafebrería El Péndulo de Ciudad de México, en Subiendo al Sur de Madrid.
Como se suele decir, son más las lágrimas derramadas por los deseos concedidos que por los no concedidos, de modo que... ¡cuidado con lo que deseas!
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